Ca N’Estruc
Ca N’Estruc es una propiedad familiar situada en un paraje singular, la ladera de la montaña de Montserrat, en el término municipal de Esparreguera (Barcelona). La finca es una las más antiguas –documentada desde 1574– y ha convivido en armonía con su entorno durante siglos. Actualmente se cultivan 22 hectáreas de viñedo en este paraje único –beneficiado y cobijado por esta montaña mágica–, a partir del cual se elabora una completa gama de vinos jóvenes y con crianza.
Ca N’Estruc consta como la primera bodega inscrita en la DO Catalunya, creada en 1999, heredera de una tradición vitivinícola con más de 2.000 años de historia.
Una finca, una familia
1574
1980
1990
2011
2012
2014
2019
Ca N’Estruc, la “Casa de los Estruch”, es una propiedad documentada desde 1574, íntimamente ligada al apellido familiar cuyo último portador fue Francisco Martí Estruch, abuelo del actual propietario de la finca, Francisco Martí Badia.
Hasta la década de 1960, en la finca se practicaba la actividad tradicional: la agricultura y la ganadería. En sus 40 hectáreas se cultivaban viñedos, cereales, árboles frutales, olivos y un huerto, que se compaginaba con la crianza de animales de corral, como cerdos, conejos y gallinas, entre otros. Era autosuficiente y también disponía de un molino de aceite, un horno para hacer pan, prensas y una bodega. Con una producción considerable, lo que no se consumía se comercializaba en el mercado municipal de Esparreguera.
La tradición vitivinícola se había transmitido de padres a hijos hasta 1980. Fue entonces cuando Francisco propuso a su padre Andrés Martí profesionalizar la explotación. Empezaron elaborando la mitad de la uva siguiendo el sistema tradicional familiar y la otra mitad según las pautas propuestas por un enólogo de confianza apasionado con el proyecto. Viendo la mejora de la calidad del vino, Andrés delegó en su hijo la dirección de la finca y de la bodega siguiendo los nuevos parámetros en el viñedo y en la bodega.
Este hecho marcó un punto de inflexión en la finca y, a partir de ese momento, se inició un proceso de reconversión del viñedo y de nuevas plantaciones donde no las había. También se cambió el sistema de poda tradicional en vaso a emparrado, y se seleccionaron los clones y las variedades que mejor se adaptaban a la zona: xarel·lo, macabeu, chardonnay, garnacha blanca, muscat, syrah, garnacha tinta, cariñena, tannat y petit verdot.
Con la llegada de los años noventa y viendo que el mercado de Esparreguera no podía con todo el excedente generado, Francisco Martí decidió dar un paso adelante y reorientar las producciones de la finca para dedicarse exclusivamente a la viña y a la elaboración de vino propio.
La renovación de las instalaciones, llevada a cabo en 2011, ha permitido mejorar la calidad en todo el proceso de elaboración, consiguiendo vinos más finos y equilibrados. La instalación de la bodega bajo tierra y construida a diferentes niveles, permite trabajar las vinificaciones por gravedad y unas condiciones de temperatura y humedad ideales para la crianza del vino. Además de quedar totalmente integrada y respetuosa con el entorno.
Las distintas parcelas envuelven la masía familiar y la bodega a la manera de un château bordelés, lo que facilita el transporte de la uva y su recepción conservando su frescor y aromas intactos. Depósitos de distintos tamaños (de 2.500, 5.000, 10.000 y 20.000 litros) de acero inoxidable con control de temperatura permiten separar los mostos de los diferentes viñedos, clasificados tanto por edad como por variedad, así como elaborarlos por separado hasta el momento de los ensamblajes finales. La bodega dispone de prensas, despalilladoras, equipos de frío para el control de las fermentaciones, filtros y todo el equipo necesario para la enología actual. La sala de barricas, todas de roble francés, cuenta con toneles de 225, 300, 500 y 2.500 litros de diferentes tonelerías.
Inicio de la práctica de la viticultura ecológica
Desde 2014, con la incorporación de Anna Martí, la hija mayor de Francisco Martí, empieza un nuevo camino paralelo con la producción de /BI/: elaboraciones singulares con diferentes variedades de uva de cultivo ecológico y biodinámico. Vinos elaborados con métodos artesanales de trabajo, embotellados por gravedad, sin filtrar ni clarificar y sin sulfitos ni otros aditivos. La etiqueta es una reinterpretación de las primeras etiquetas de Ca N’Estruc. La elaboración de estos vinos, de producción muy limitada, ha marcado una tendencia hacia las elaboraciones menos intervencionistas, más naturales, que se han aplicado al resto de los vinos de la bodega.
Introducimos métodos biodinámicos de viticultura.